En una triste y oscura bartolina lo vi encerrado y me saludó me llevan, dijo, con rumbo a Chafarinas o a las desiertas playas de Fernando Poo. Si ves a mi madre que al muelle no vaya porque es muy triste me vea partir. Y si sucumbo del África en las playas tan solo en ella, tan solo en ella pensaré al morir.