D A7 Eran cien ovejas que había en el rebaño, D eran cien ovejas que un pastor cuidó, D7 G Gm pero una tarde, al contarlas todas, D Bm Em A7 D le faltaba una, le faltaba una y triste lloró. A7 D A S NOVENTA Y NUEVE DEJO EN EL APRISCO A D Y POR A S MONTAÑAS A BUSCARA FUÉ, Am7 D G Gm A ENCONTRO GIEE NC , TEMBA NC DE FRIO, D Bm Em A TOMO EN SUS BRAZOS, UNGIO SUS HERIDAS A7 D Y AL DD IL VOLVIO. Yo era esa oveja que andaba perdida, lejos de mi Cristo, lejos de Jesús, pero un día el Maestro me tendió su mano, me tomó en sus brazos, ungió mis heridas y al redil volví. Esta misma historia vuelve a repetirse, todavía hay ovejas que extraviadas van, van por este mundo sin Dios, sin consuelo, sin Dios, sin consuelo, y sin su perdón. Tú eres esa oveja que sin darte cuenta vas por este mundo sin Dios y sin fe, tu Pastor amante llamando te espera, sufrió sus heridas, sufrió sus heridas por salvarte a tí.