No tenemos miedo

Música Católica

Composição de: Himno del iii Encuentro Mundial de la Juventud
tom: Em Afinação: E A D G B E
Em                       C                 G                          D
       No recibimos el espíritu de Dios,     para seguir viviendo esclavos
Em                         C              G                           D
       Sino que hijos adoptivos el Señor,      nos hizo por su hijo amado
Em                             C                             G
       Y es el espíritu quien hoy, nos dice en nuestro corazón,
                        D
no tengan miedo de ser santos
Em                           C                         G
        El a su lado nos llamo, y convocados por su amor,
                    D
todos unidos le cantamos

      G            C       G             D
No tenemos miedo, no. No tenemos miedo, no.
      Em           C        G            D
No tenemos miedo, no. No tenemos miedo, no.

Cae la tarde y pierde el día su fulgor,
y el miedo crece entre las sombras.
Pero en la noche, creyente corazón espera el brillo de la aurora
Así despierto nuestro amor, espera el mensajero albor,
del día que ya esta llegando
Sus centinelas somos hoy: testigos de ese nuevo sol,
que es Jesús Resucitado…

           B7         Em           C
Y así en Cristo alimentamos la esperanza
         G                    D
de construir la civilización del Amor.
        Bm                       C
Si el Amor de Dios inclina la balanza,
Am                              D7
si a nuestro lado está, ¿Quién nos podrá enfrentar?

No tenemos miedo, no (x4)

Ya no podemos por la gracia del Señor, permanecer indiferentes
Ya no podemos resignarnos al dolor, a la miseria, a la muerte…
Dios nos invita a iluminar, con nuestra vida pastoral,
las realidades en penumbras
Y es nuestra apuesta, nuestro plan el transformar la realidad,
con su presencia y con tu ayuda

No tenemos miedo, no. (x4)

Si en la balanza de este mundo y su dolor,
mas que el amor pesan las armas,
Si manda el dólar, si la guerra y la opresión,
nos acorralan la esperanza.
Aún hay oportunidad, para jugarnos de verdad,
para no darnos vencidos:
Hay un camino que tomar, por los humildes, por la paz,
por la verdad de Jesucristo

Y así en Cristo alimentamos la esperanza
de construir la civilización del Amor.
Si el Amor de Dios inclina la balanza,
si a nuestro lado esta, ¿Quién nos podrá enfrentar?
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