Al mar eché un poema, Que llevó con él mis preguntas y mi voz. Como un lento barco se perdió en la espuma. Le pedí que no diera la vuelta, Sin haber visto en la alta mar y en sueños hablar conmigo de lo que vio. aun si no volviera, yo sabría si llegó. Viajar la vida entera por la calma azul o en tormentas o sombras ... Poco importa el modo si alguien bueno me espera. Aparté tanto que fué el mensaje, que olvidé volver al mar, Que así yo perdí aquel poema. Grité a los cielos todo mi rencor. Lo hallé por fin, escrito en la arena, como una oración. El mar golpeó en mis venas y liberó mi corazón.