Cómo decir a voz en cuello una esperanza que me sé. Con qué palabra que maldiga el Dios, la fe por la fe. Cómo explicar esta destreza que tiene el cuerpo de una flor, cosas de la naturaleza y no de amor por amor. Mi problema es hablar de amores, el amor es mi viejo tema, y lo suelo cantar de treinta mil buenas maneras. Y mi fama de guerrerista es problema de formalismos, porque puedo elevar los ojos aún al borde de un abismo. Al amor se le canta, a veces, inundando una piel querida, con el cuerpo deshecho en la frescura de la vida. Al amor se le canta, a veces, con las manos ensangrentadas, en el mismo claro silencio que queda entre bala, bala y bala. Cómo soltar estas palomas, aunque no tengan el color de las palomas que han volado lejos, cerca del amor. Cómo cantar y ser querido, sea cuál sea mi canción. Cómo decir que soy amigo aún después que mi amor se cayó de sus pies y se armó.