Un perrito que yo tuve recorrió Chile de a pie, empezando por Arica, terminando en Chiloé. Iquique lo vio primero, Antofagasta después, Atacama y otras partes del norte que le diré. Conoció del Norte Grande minerales salitreras, al llegar al Valle del Elqui tuvo su primera pena. Le contaron que una estrella que alumbraba ese lugar se llevó la flor más bella, Gabriela del palomar. Pobre perrito andariego, mala suerte lo alumbró, se cansaron sus patitas y el viaje se terminó.