Compañera, ten cuidado, no te dejes engañar por aquellos que por siglos sólo te hicieron llorar. Recuerda. ¿Recuerdas? Recuerda la artesa llena de ropa para lavar, Ropa ajena que tu espalda ha debido soportar. ¿Recuerdas? ¿Recuerdas? Pero ahora es el momento de tomar la decisión: Tú vas a estar junto al pueblo, pero no junto al patrón. ¿Recuerdas cuando a tu hombre, que estaba en El Salvador, lo acribillaron a balas? ¿Te acuerdas de Puerto Montt? ¿Recuerdas? ¿Recuerdas? ¿Recuerdas esa mirada del niño que recibió la leche que lo alimenta? Fue el pueblo quien se la dio. ¿Recuerdas? ¿Recuerdas?