Cuando la mar, la mar se torna apaciguada, calmada Suele la mar robar azules de los cielos Se quita, ella se quita su gris, su opaco velo, su velo Mientras se empieza a despedir la madrugada Cuando la mar, la mar se torna compañera de veras Le da su seno intenso, inmenso al hombre hermano Y ella le ofrece la pesca entre las manos, sus manos Para romper así su calma mañanera Cuando la mar, la mar se torna por el día, melodía Del pájaro salado y salada la piragua Fugaz canción, razón, que sale de las aguas, sus aguas Te calmará la sed, tu sed del mediodía Cuando la mar, la mar se torna cariñosa y hermosa Suele llevarte lejos, tan lejos con la brisa A la rojiza raya rojiza que en la tarde rojiza Allá en el horizonte se posa y se reposa Cuando la mar, la mar se torna retrechera y artera Se oyen pelear, pelea la noche y lo turquesa Se ve llegar de pronto y pronto la tezada triste Tal vez afortunadamente pasajera Cuando la mar, la mar oscura y meditada, cansada Se enciende con la luna, su luna y las Antillas Parece renacer, nacer de sus sencillas orillas Para volverse nueva, de nuevo apaciguada