No existen pensamientos elevados Sólo el desconcierto de babeantes bocas No existe el perdón Sólo la mutua conveniencia de intereses No existe el amor puro Sólo la vehemencia carnal De un instante No existen deseos sinceros No existe la cura para el Hastío Para la ignorancia Para la estupidez Sólo la letal sanación del homicidio!