Maldición, viviste en una maldición
Y errante vas atravesando océanos de hielo
Maldición, tú vida es una maldición
A tu alrededor sólo hay ancestros

Fue tu destino el armazón de este barco espectral
Con errante timón
A la deriva pudiste ver la siniestra visión
La belleza de lo terrible

¿A dónde dirigirme? ¿o dónde estoy?
Entre tinieblas el infausto sabor
Del trágico sino, del fin redentor

El clamor, la cruda tempestad, rugido atronador, el ímpetu del mar
Brío desolador, profunda oscuridad y horror
Este mar, impetuoso y cruel, la furia natural, el oleaje atroz
La tenebrosidad, abismos de dolor
Y a la deriva fui

Maldición, viviste en una maldición
Y errante vas atravesando océanos de hielo
Maldición, tú vida es una maldición
A tu alrededor sólo hay ancestros
Que no repararon nunca en tu presencia

Ojos vacíos con su apariencia ancestral que me rodean
Me siento solo, nadie percibe mi voz, soy una sombra
La noche eterna con su presencia cubrió el olor a muerte
Tan desolado ebrio de espanto y error, sólo y cautivo
¿Cómo podría escapar?

Dónde está la absolución, la salvación a tu destino
Condenado a no llegar jamás al más allá, ¡decidme!
Emprendió un viaje a cualquier lugar
Soñando con la libertad que le permita descansar
Y haga amainar las aguas de su alma y reposar su llanto en paz
¡Muéstrale el lugar!

La turbulencia de tu interior
Es un kraken real atrapado en su propio maelström
El torbellino que te arrastró al descenso fatal
Remolinos de tu conciencia

Maldición, mi vida fue una maldición
El descenso ansié, mi descarnada y cruenta herida
Maldición, mi vida fue una maldición
El abismo fue mi lacerante fe, la única luz del túnel

El clamor, la cruda tempestad, rugido atronador, el ímpetu del mar
Brío desolador, profunda oscuridad y horror
Este mar, impetuoso y cruel, la furia natural, el oleaje atroz
La tenebrosidad, abismos de dolor
Y aún me arrastra el oleaje

Maldición, viviste en una maldición
Y errante vas atravesando océanos de hielo
Maldición, tu vida es una maldición
A mi alrededor sólo hay ancestros
Que no repararon nunca en mí