Ella tenía un perro enano bastante desagradable
Que se cagaba en la acera y ladraba a las visitas.
Era más feo que pegar a un padre con un calcetín sudao,
Ella adornaba el cráneo del chucho con un lacito rosa.
Le ponía un jersecito,
Me temo que del mismo color.
Lo llevaba aquella tarde al veterinario
Porque había estornudao.
¡aing!
¡ay, perdona, te he pisado el perro, ay perdona!
(bien, bien, bien, bien)
¡ay, lo siento, no quería hacerlo, ay perdona!
(bien)
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo