En la bóveda celeste estalló la rebelión Un ángel cayó por su devoción No por odio ni sed de maldad Sino por salvar a la humanidad Lucifer gritó al cielo en su dolor Ellos merecen amor, no su destrucción Pero su luz fue condenada a arder Y en su caída, juró no retroceder Bienvenidos al fuego que no quema Al reino donde la pena se disipa en niebla No hay tormentos, solo un calor vital En el infierno, nadie es tratado mal ¡Hail Lucifer! ¡Viva el rey de las tinieblas! ¡Hail Satán! ¡Viva el señor de la mentira! ¡Hail Luzbel! ¡Viva el señor de las moscas! Cuando las almas llegan, perdidas y rotas Él las recibe, su risa explota Bienvenidos, hijos, aquí no hay juicio Solo un hogar para el amor omiso El infierno no es castigo ni llanto eterno Es un refugio para los que el cielo ha puesto lejos Lucifer, el ángel que no olvidó El único que por ellos luchó Bienvenidos al fuego que no quema Al reino donde la pena se disipa en niebla No hay tormentos, solo un calor vital En el infierno, nadie es tratado mal Y mientras el cielo canta su perfección Él recoge a los caídos con compasión No son pecadores, no son perdidos Son almas que merecen ser comprendidos Las llamas son su abrazo, el rojo su luz Un ángel caído que carga su cruz Pero en su sombra hay verdad y amor Él es guardián de los olvidados por Dios Bienvenidos al fuego que no quema Al reino donde la pena se disipa en niebla No hay tormentos, solo un calor vital En el infierno, nadie es tratado mal ¡Hail Lucifer! ¡Viva el rey de las tinieblas! ¡Hail Satán! ¡Viva el señor de la mentira! ¡Hail Luzbel! ¡Viva el señor de las moscas! Lucifer sonríe, no por maldad Sino porque salvó a la humanidad En su reino no hay dolor ni rencor Solo un ángel luchando por amor