Tenía un zapato roto.
Tenía un zapato sano.
Me acerqué despacio, despacio.
Mirando hacia todos lados.
No hay que robar zapatos
en los supermercados
No hay que robar zapatos
en los supermercados.
Tomé el zapato nuevo.
Metí adentro el pie.
Dejé el zapato viejo.
Yo no robé: cambié.
No hay que robar zapatos,
en ese momento pensé.
No hay que robar zapatos.
en ese momento pensé.
El guardián me dijo "Usted!
Se está llevando un zapato!"
Y yo empecé a correr.
Ya casi iba ganando.
No hay que robar zapatos,
gritó una voz de mando.
No hay que robar zapatos,
gritó una voz de mando.
Ahí empezó a tirar.
Erró como cinco tiros.
Después vino el bueno;
me perforó el intestino.
No hay que robar zapatos
aunque no sean finos
No hay que robar zapatos
aunque no sean finos.
Pegué un salto en el aire
con mi zapato nuevo,
con mi zapato viejo
Y en el cuerpo un agujero.
No hay que robar zapatos
sin saber correr primero.
No hay que robar zapatos
sin saber correr primero.
Hay zapatos que te matan.
Zapatos como el mío.
Zapatos calibre nueve
y botas cuarenta y cinco.
No hay que robar zapatos.
Hay qué?
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo