Em
A veces atravieso la riqueza que no tengo, y quiero no quererla,
                                                Am
pero es lo que obliga el juego, el juego de la vida que jugamos

sin querer, donde de 100 hay uno, que sólo podrá beber
          Em                                             Am
del manantial, a nadie más, no dejan más, no hay para nadie más.
C                                     D                    Em
Es la locura para asimilar la anomalía que es normal, hoy, aquí.

Cuánta mayoría en el desprecio y el destierro, la ciudad te muestra
                           Am
no haber reparado en ello, sólo hay un sentido que explica

esta situación, somos una gran masa que ha perdido la razón.
       Em                                                Am
Y es legal, y es tan normal, y la verdad, esto es para llorar,
C                            D
es cuando necesito tu lugar, donde yo dejo de sangrar.
C                       D        Em              C    D                 Am
Ese lugar es la cima donde me llevas, cerca del sol y la vida ya me alcanza,
Em
magia que me dejas dentro.

Casi nunca vemos la riqueza que tenemos, no valen al juego
                            Am
pero nos salvan por dentro, y cuando estoy perdido en la

subasta de valor, me lleva el brazo amigo a sacarme fuera de este
      Em                                              Am
descontrol, a respirar, a no esperar, no esperar nada más,
C                                    D
sólo el lugar donde yo quiero estar, donde yo dejo de sangrar.
C                       D         Em             C                        Am
Ese lugar es la cima donde me llevas, cerca del sol y la vida que me alcanza,
Em
magia que me dejas dentro.
Am                   C          G    Am   F               C
Y la verdad, de tus ojos no vuelvo jamás, me quedaré aquí sintiendo y nada
G     D                            F                  G     Am
más, la magia que me dejas dentro. De tus ojos no vuelvo jamás,
F               C           G         Am
me quedaré aquí sintiendo y nada más, la magia que me dejas...