(Sé que algún día vendrá la muerte)
(Que nada dura para siempre)
(Que a veces es cuestión de suerte)
(Que todo pasa de repente)

Sé que algún día vendrá la muerte
Que nada dura para siempre
Que a veces es cuestión de suerte
Que todo pasa de repente

De noche miras a los niños jugando en la calle con ser criminales
Si matas a un rico, no será lo mismo que si matas a mis carnales
Culpables pagando la fianza y los inocentes en los penales
Estamos en la misma mierda, pero no todos somos iguales

Ya no queremos más muertos
Ya no queremos más flores
Ya no quiero que estés triste
Ya vendrán tiempos mejores

Los destinos tan inciertos
Unos no son de colores
A veces da lo que diste
En otra toca que llores

Bendita pinche vida loca
No te quites, tarde o temprano te toca
Unos demonios me provocan
Como el peligro de tu boca

Sé que algún día vendrá la muerte
Que nada dura para siempre
Que a veces es cuestión de suerte
Que todo pasa de repente

Sé que algún día vendrá la muerte
Que nada dura para siempre
Que a veces es cuestión de suerte
Que todo pasa de repente

En la vida hay dos caminos, el bueno y el malo
Unos nacen siendo ricos, otros pagando pecados
De este lado nada es fácil, el sistema está arreglado
No saben que fue difícil y lo que he sacrificado

Si quieres cálale, pues vente
Que somos un chingo de gente
Con ganas de tronar el cuete
Buscando el billete hasta el día de mi suerte

Se mira la calle caliente
Que anda rondando la muerte
Tú qué chingados te metes
Si saco la nueve, te haces de juéguete

Mejor chitón, no ande soplón
Que cualquier pendejo te da un levantón
De puro valiente está lleno el panteón
No tires las piedras y pidas perdón

Que aquí sí son, le caen al cantón
Y armarte un desmadre si andas de ratón
Mi santa me cuida con su bendición
La lealtad no se lleva con la ambición

Sé que algún día vendrá la muerte
Que nada dura para siempre
Que a veces es cuestión de suerte
Que todo pasa de repente

Sé que algún día vendrá la muerte
Que nada dura para siempre
Que a veces es cuestión de suerte
Que todo pasa de repente