Le dijo a él:
Tendrás el universo a tu voluntad,
solo reinaras en este mundo así,
lo que quieras podrás alcanzar también,
nada ni nadie te vencerá nunca.

Serás eterno al fin,
tendrás poder
y mucho mas también verás,
que nunca de esto te arrepentirás,
serás rey y todo estará a tus pies,
sólo necesitas darme tu alma ahora.

El joven pensó:
Seré eterno, seré rico
viviré feliz,
todo a mi modo y nadie podrá,
obligarme a nada que no quiera yo,
por siglos y por siglos
tendré esto conmigo.

El joven acepto cegado de poder
su alma al diablo cedió,
fue claro sin querer,
cedió su libertad, perdió su dignidad
su corazón sufrió, su luz se oscureció.

Hoy todos ven
su alma sola y su lamento vagar por ahí.
Llora en silencio por lo que perdió;
el poder y la riqueza que no fue verdad
triste está muy triste aquel alma joven.

Se le escucha decir
Soy eterno, soy eterno y soy infeliz,
ya no quiero esto, ya quiero morir,
alegría ya no queda en mi alma hoy,
hay mucha frialdad en mi oscuro mundo.