Del club Once Estrellas era el "centrofobal",
prometía el pibe ser un Bernabé.
Todos los domingos en andas volvía,
los goles del triunfo los hacía él.
Pero fue en una tarde, fatal esa tarde,
en una jugada su pierna quebró
y el mejor del cuadro, destino cobarde,
en andas al barrio nunca más volvió.
Un lindo domingo,
un sillón con ruedas,
un pibe que espera
con mucha ansiedad.
Que lindo domingo,
y juega su cuadro
contra el "Once de Agosto",
su eterno rival.
Muchachos que pasan,
saludan al pibe.
El pobre sonríe,
quisiera gritar.
Se van y, el que fuera
mascota del barrio,
mirando su pierna
se pone a llorar.
Vuelven los muchachos con pena en los ojos,
el cuadro Once Estrellas su invicto perdió,
le dicen al pibe con mucha tristeza,
si hubieras jugado no errás ese gol.
Y pasado un tiempo, un lindo domingo,
el pibe dejaba, por fin, el sillón.
Iba a ser de nuevo mascota del barrio,
iba a ser de nuevo el gran goleador.
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo