Se reclamaban más palabras falsas.
Se suplicaban por discursos de bondad.
Una oración que alejara la aflicción.
Una razón para explicar el mundo.
Se contemplaba una suerte incierta.
Siglos pendientes de imprudencia y suciedad.
La conmoción por falta de dirección,
devastación de las ideas de un tiempo.
Por eso me inventaron
cuando nada podía ser peor.
Por eso rezas tanto,
por eso tanta obsesión.
¿Quién más ha dado tanta generosidad?
¿Quién cuida tanto de la humanidad?
Te he dado el don de la destrucción.
Tienes el don de muerte y separación.
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo