De pie frente a mi lapida te ves
como el angel que siempre estuvo alli
llorando con la lluvia, mes a mes,
preparando este lecho para mi,
noche a noche, de hinojos, cada flor
abonando el pálido jardín
donde, trémula, mi alma sin calor
despierta entre jazmines cada abril
Por gracia de tus manos y tus pies,
tus ojos y rodillas, me volví
habitante del aire junto ti.
Aunque ya no soy nada, como ves,
polvo soy porque polvo siempre fuí,
pero el polvo que soy huele a jazmín.
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo