Yo tenía una negrita
que la amaba y la quería,
un día la vi llorando
sin saber lo que tenía.
Esta negrita diabla,
caramba, se metió un día
a la casa del otro,
caramba, que ella tenía.
Que ella tenía, ay sí,
caramba, negra chinchosa,
ya no te estoy queriendo,
caramba, por veleidosa.
Esta negrita astuta,
caramba, vendía fruta.
Tenha acesso a benefícios exclusivos no App e no Site
Chega de anúncios
Badges exclusivas
Mais recursos no app do Afinador
Atendimento Prioritário
Aumente seu limite de lista
Ajude a produzir mais conteúdo